El boom de los terrenos en localidades vecinas sigue firme

Es la inversión inmobiliaria más activa de los últimos años, impulsada por los créditos para la construcción. La elección es fuera de la ciudad por el excesivo costo de los lotes dentro del ejido de la capital y por la demora de escrituración.

Si bien buena parte del mercado inmobiliario acusa un parate por distintos factores de la economía, la venta de terrenos en las afueras de nuestra ciudad parece ser la excepción.

Malagueño, la zona sur camino a Alta Gracia, La Calera, el noroeste del departamento Colón y Colonia Tirolesa son algunos de los sectores más elegidos.

Esas localidades han visto crecer su población y su superficie edificada en porcentajes sorprendentes:

Incremento de la población en localidades del Gran Córdoba (entre 1991 y 2010):

Mendiolaza….. 570 %
La  Calera……. 89 %
Villa Alllende… 61%
Río Ceballos…. 55%
Carlos Paz…… 53%
Alta Gracia…… 29%

Promedio de Gran Córdoba…. 210%

Córdoba Capital, en esos 20 años, solo tuvo un aumento del 19 por ciento en su cantidad de habitantes.

La conclusión natural que surge de esta evolución demográfica es que vecinos de la ciudad se fueron a la periferia, a las localidades satélite de Córdoba.

¿Por qué la gente se va de la ciudad?

Este movimiento de emigrar hacia nuevas urbanizaciones en las afueras de Córdoba se debe principalmente al costo de la tierra dentro del ejido municipal: el precio en muchos casos puede triplicarse.

Por ejemplo, un lote de 360 m2 puede costar cerca de un millón de pesos en Nuevo Poeta Lugones, 350 mil en Malagueño o Alta Gracia y 250 mil en Tirolesa o Sierras chicas.

Terrenos en nuestros barrios, misión imposible

En General Paz y Pueyrredón, por otra parte, es directamente impensable comprar un terreno para que un particular construya. Los que hay disponibles – que son en realidad casas viejas que ocupan el lote – están destinados a la venta para desarrollistas que hacen edificios.

De esta forma, los precios son altísimos, con el argumento de la futura renta que obtendrá el la empresa constructora. Generalmente, el propietario de ese terreno cobra en departamentos (varias unidades), lo cual deja una idea de los fuertes montos que se manejan en la zona.

La escritura, otro gran problema

Dentro de la ciudad, el derrotero burocrático que exige la escrituración de un lote es muy largo. En promedio, el trámite completo lleva seis años.

En cambio, en las localidades del interior arriba mencionadas, la escritura está lista en menos de un año (algunos desarrollistas nos hablaron de seis meses).

La ventaja de tener escritura es que es una de las primeras condiciones para conseguir el crédito hipotecario destinado a construcción. Y por otra parte, si tu intención no es construir, sino revender el terreno, que tenga escritura lo hace mucho más valioso (si es que el nuevo comprador sí quiere edificar y hacerlo con préstamo).

Vuelve Pro.Cre.Ar

El Pro.Cre.Ar fue desde 2012 el motor que activó este mercado de los terrenos. El plan estuvo frenado un tiempo (el último sorteo que alcanzó a Córdoba fue en febrero de 2015) y a partir de este 5 de julio vuelve a ponerse en marcha.

Si este crédito hipotecario reactiva la construcción como lo hizo en su etapa anterior, seguramente tener un terreno escriturado va a ser un bien muy demandado en materia de inversiones inmobiliarias.

Fuentes:
Censos nacionales 1991 y 2010, La Voz del Interior, entrevistas propias.