El aumento del dólar no tendría por qué afectar el precio de los inmuebles

Por: Donato Latella Frías
Titular de Latella Frías Bienes Raices

La moneda estadounidense se despertó de su larga siesta en este último mes y, como suele ocurrir en estos casos, generó preocupación en distintos ámbitos por el eventual traslado a precios de ese aumento.  

En principio, hay que ver esta suba con una perspectiva de más largo plazo:  

En un año y medio los precios subieron más del 50 por ciento (el 40 % en el total de 2016 más el 12 % acumulado de este año hasta junio) ; mientras que el aumento del dólar fue de un 25 por ciento  en ese mismo periodo dado que estaba en 14,30 en febrero de 2016 y ahora superó levemente los 18.   

Y si consideramos solamente 2017, los precios este año subieron un 14 por ciento (incluyendo julio) mientras el dólar subió un 10 por ciento desde el 2 de enero, cuando estaba en 16,30.  

Es decir que, al medir un año y medio, el dólar aumentó la mitad de lo que subieron los precios en general; mientras que analizando solo el 2017, el billete verde sigue perdiendo la carrera contra la inflación aunque ahora está más pareja (14 a 10). 

Los precios de los inmuebles, entonces, no deberían sufrir la turbulencia actual del dólar porque esos valores ya están actualizados por la inflación natural de los costos en pesos.  

El mercado inmobiliario está pesificado hace años; los materiales, la mano de obra y la gran mayoría de los costos son en pesos, a excepción de algunos insumos en particular que podrían ser importados. Por eso el aumento de la divisa norteamericana no debería incidir, aunque sí lo hará la inflación, que sube ahora mucho más despacio pero sube, y la demanda. 

Lo curioso es que hay gente que sigue pensando en “invertir en dólares”. De hecho, ese concepto ya es equivocado porque cambiar de moneda el monto de tu dinero no constituye una inversión. Revisá los datos de los párrafos anteriores – tomados de Indec y sitios oficiales de cotización – y date cuenta  la tremenda pérdida de poder adquisitivo que tuviste si compraste dólares a principios del año pasado. 

La comparación inmueble contra dólar no resiste mayor análisis: Un departamento a estrenar, o en pozo, que costaba $700 mil en el verano de 2016, hoy puede estar en $1,2 millones o más. Un 70 por ciento de revalorización en el inmueble contra el 25 que ya habíamos señalado del dólar.  

Por otra parte, un incremento del dólar levanta notablemente la rentabilidad de los agroexportadores, que históricamente han volcado sus ganancias a los ladrillos.

Este escenario, más el incremento de ventas de propiedades por el mayor flujo de crédito hipotecario (más del 50 por ciento de las operaciones se están haciendo por este camino) le dan un dinamismo al mercado inmobiliario que lo hace óptimo como rubro de inversión.      

24 de Septiembre 1310
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