La beatificación de la Madre Catalina convocó a miles de personas en el Panal

La fundadora de la congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús fue proclamada beata por el Vaticano en una ceremonia multitudinaria

El pasado 25 de noviembre se llevó a cabo el evento más convocante y seguramente más trascendente de los últimos años en nuestra zona.

El cardenal Angelo Amato, enviado del Vaticano, encabezó, junto al obispo cordobés Carlos Ñáñez, la ceremonia en la que se declaró beata a Catalina de María Rodríguez. Ella es la fundadora de la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, que tiene su casa matriz y su histórico colegio en General Paz desde los inicios mismos del barrio, en 1872.

Cerca de 20 mil personas participaron del encuentro, muchas de ellas provenientes de otros puntos de Argentina y también de Chile y España, países donde la congregación tiene amplia presencia  y actividad. Las esclavas también están en Benín, estado del oeste de África, donde también se celebró el acontecimiento.

Luchadora y milagrosa

Catalina es reconocida beata por un milagro que se le atribuye al interceder por la recuperación de una señora tucumana, madre de una profesora del colegio que las Esclavas tienen en esa provincia, que fue hospitalizada por un episodio de muerte súbita.

La paciente había sido declara fallecida por los médicos pero por la fe de los familiares, reunidos en oración a Catalina, reaccionó con síntomas vitales, se recuperó plenamente y vive sin secuelas al día de hoy (a veinte años del hecho), lo que constituyó un caso inexplicable para la ciencia.

Más allá del milagro, en distintos momentos de la ceremonia se destacó más el ejemplo que Catalina dio a lo largo de su vida, con una ardua lucha y servicio dedicado a la educación y protección de las mujeres, sobre todo las más vulnerables.

Con Catalina, Argentina ya cuenta con diez beatos y dos santos, uno de ellos el Cura Brochero, canonizado el año pasado.

Presencias políticas de peso

En vista de la relevancia del hecho, la ceremonia contó con un nutrido grupo de autoridades nacionales, provinciales y municipales, entre los cuales se destacaba la presencia de la vicepresidenta Gabriela Michetti. La número dos del gobierno nacional tuvo a cargo la segunda lectura del evangelio durante la ceremonia.

La otra figura política destaca fue el gobernador Juan Schiaretti, quien tomó la palabra casi en el cierre del acto. Allí dijo que Catalina “fue un ejemplo… Había que animarse en aquella época a una tarea como la de defender los derechos de las mujeres, sobre todo de las más vulnerables”, al tiempo que agregó que la fundadora de las Esclavas fue pionera de “una iglesia inclusiva y extensa”.

También estuvieron en la calurosa mañana del sábado 25 en el Panal el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, sobrino nieto de Catalina; y el exgobernador de San Juan, José Luis Gioja, cuya hija Flavia es monja de la congregación.

En tanto, el exgobernador José Manuel De la Sota no estuvo en el acto pero publicó en Twitter una declaración en alusión al rol del Papa Francisco: “Gracias querido @Pontifex_es por la Beatificación de Catalina de María Rodríguez, Fundadora de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, amiga del Santo Cura Brochero y misionera incansable. Córdoba, tierra bendecida por Dios”.