Vivió su infancia y juventud en barrio General Paz. Es egresado de Escuelas Pías y un hijo dilecto del club Redes Cordobesas, lo que es hoy el Polideportivo de 24 de septiembre y Roma. Allí hizo sus primeros pasos en el básquet, deporte que lo convirtió en ídolo popular. Al retirarse de las canchas, comenzó una carrera política en la que ya lleva quince años.

Nos encontramos con Pichi Campana en su oficina en un mediodía lluvioso de fines de abril. En los primeros minutos de la charla, el legislador y exbasquetbolista actualizaba la página web del diario a cada rato para ver hasta dónde se iba el dólar, en otra de esas jornadas en las que el billete verde tenía en vilo a la sociedad argentina.

¿Cuál es tu mirada de la realidad de hoy, vos que particularmente estás más cerca de la cocina donde se toman las decisiones?
Que está muy complicado. La gente viene de tres años de perder poder adquisitivo y hay un aumento importante de gastos y servicios. Además, la recaudación viene cayendo mes a mes con respecto al año pasado, tanto en la Nación como acá en la Provincia.

¿Los acuerdos salariales provinciales se van a poder cumplir con la claúsula gatillo?
Hasta octubre se había garantizado. Después habrá que hacer una revisión por la evolución de los ingresos.

Te vimos por barrio Juniors, con otros dirigentes peronistas, charlando con la gente de la zona.
Soy coordinador de la seccional sexta para la campaña electoral. Son reuniones para conversar con los vecinos, difundir la propuesta nuestra y ver la realidad de los barrios.

¿Vas por renovación del cargo de legislador? No, termino el 10 de diciembre. No soy candidato a nada.

¿Y qué vas a hacer? Veremos qué decide el gobernador. Tal vez esté en el equipo de gobierno en otro espacio.

¿Partido liquidado?

A pesar de la dura realidad económica, parece que estas elecciones provinciales son como un partido de básquet en el que van ganando por 20 en el último cuarto. En mi época deportiva, les decía a mis compañeros que no hay que ganar antes de ganar ni perder antes de perder. Ergo, ante un partido supuestamente accesible, si lo das por ganado desde antes, muchas veces se te complica. Y por contrapartida, una competencia que en principio es muy difícil, tampoco la des por perdido de entrada porque si la luchás, podés ganar. La realidad se verá el domingo 12 cuando se cuenten los votos. Nunca hay que confiarse. Pelear hasta el último segundo del partido…. O hasta el último día de campaña, en este caso. Es una forma de enfrentar los retos y desafíos que uno tiene. Así fue en mi época del básquet y ahora en la política lo tomo igual.

¿Encontrás muchas similitudes entre la dinámica de la competencia deportiva y la lógica de la competencia electoral? ¡No! No, porque las armas y las herramientas que se usan son muy distintas. Yo creo que en las campañas hay que presentar propuestas, ideas sobre formas de gobernar y mostrar lo que uno ha hecho antes. Pero hoy en Córdoba estamos viendo una campaña terrible.

¿Por lo de Manuel Calvo lo decís? (candidato a vice de Schiaretti, denunciado por presuntos favorecimientos a la empresa de un amigo con concesiones directas)
Lo de Calvo y también lo de Carrió… Pero no son acusaciones con pruebas, son situaciones de campaña. Ellos (Negri, Juez y Baldassi) denuncian solo diciendo “investiguen” sin aportar evidencias. Y así ya se siembra la duda.

Los famosos carpetazos
Muchas veces te arman una historia y, como la desconfianza ya está instalada en la ciudadanía, apelan a eso.

¿A vos te pasó que te tiraran un muerto para perjudicarte?
No, porque nunca han tenido nada para decirme. Pero sí me han hecho operaciones para desprestigiarme. Por eso, vos me preguntabas si la competencia en el deporte es parecida. Y no, no lo es; es muy diferente.

¿En el deporte es más leal?
Totalmente. Ninguna duda. A veces en el deporte te enojás mucho con el rival pero nunca llega al extremo de peleas irreconciliables. No tengo enemigos del básquet, eso no existe.

Pero vos sabías a qué te exponías al entrar al terreno de la política
¡Obviamente! Pero nunca pensé que era tanto. De todos modos, como en la vida en general, te vas acostumbrando.

¿Estás curtido ya?
Recontra (sonríe). Quince años de política.

“La competencia deportiva es más leal que la competencia electoral… Tienen armas y herramientas muy distintas”

Corazoncito valiente

¿Lo que te lleva a ingresar al mundo de la política es el problema de salud de tu hija (una afección cardíaca)?
No, para nada. Sí creo que el problema de mi hija y el trabajo que hicimos con otros padres y médicos del Hospital de Niños me permitió ver que podía hacer otras cosas y así creamos la Fundación Corazoncito en el año 97.

Por eso, quizás el hecho de ver que podías motorizar acciones transformadoras te llevó a querer participar más activamente en la sociedad.
Eso sí. Saber que podés ayudar te genera una sensación de pensar que podés ser útil y cambiar cosas.

Del parquet a la política

Y esa entrada en la política fue de la mano de Luis Juez ¿Cómo fue esa primera etapa? Entré por ahí porque hasta entonces no conocía a nadie de ningún partido. Si me preguntaras cuándo empecé realmente en la política te diría que en 2007, cuando fui vicegobernador de Schiaretti.

¿Y ese periodo que tuviste como concejal del juecismo desde 2003 a 2007?
Esa etapa fue muy decepcionante. Con Juez aprendí todo lo que no se tiene que hacer. ¿En qué sentido? Creo que no es un buen gestor. Él es todo política y nada de gestión y así no se solucionan los problemas de la gente. A veces lo escucho contar todo lo que supuestamente hizo en la municipalidad en esos años (2003 a 2007) y realmente no vi nada de eso.

¿Y ahí decidís pegar el cambio de rumbo hacia Unión por Córdoba?
Te diría que sí. Hoy se ven alianzas de gente de espacios hasta de extremos opuestos y se lo ve como normal. En ese momento, lo que hice yo era como un pecado. Parecía que si estabas en un lugar, tenías que morir ahí.

¿Fuiste cuestionado por eso? Sí, muy cuestionado. Ahí recibí operaciones de desprestigio del mismo Partido Nuevo. Fui el primero en irme aun cuando todavía ese espacio político estaba muy fuerte. Pero si te fijás,después se fueron casi todos. La política es un mundo difícil donde creí en muchos que no debería haber creído.

Te referís a Juez…. ¿A quién más?
Al kirchnerismo también.

¿Te defraudó el kirchnerismo?
No sé si defraudar es la palabra. Pero planteaban hacer cosas para Córdoba que me hicieron acercarme a ellos y después dejaron a nuestra provincia en un aislamiento tremendo.

¿Tenías contacto directo con Néstor y Cristina?
Más con Néstor que con Cristina.

¿Y qué imagen te dejó él?
En general, todo el mundo cataloga como muy buena su gestión. Después obviamente las cosas cambiaron mucho y generaron una división muy marcada en la sociedad.

La famosa grieta
Sí, sería bueno terminarla de una buena vez. Pero, si te ponés a mirar atrás, siempre hubo posturas antagónicas. Lo que sí tenemos que aprender es que hay gente que no piensa como vos, que tiene otra idiosincrasia de vida, que tiene otros intereses, que podemos discutir y debatir. Yo te quiero convencer de que lo mío es lo correcto pero si vos no lo aceptás, está todo bien.

¿El macrismo qué opinión te merece?
Creo que ha decepcionado a mucha gente, que le ha quitado la esperanza. A pesar de que nosotros pertenecemos a otro proyecto político, queríamos que le vaya bien para que le vaya bien a la gente.

Se dice habitualmente incluso que Macri y Schiaretti son amigos.
Se hacen muchas especulaciones pero lo cierto es que Juan es un dirigente muy lógico. Entonces, él apoyó al gobierno nacional en lo que era lógico y necesario para el país y, cuando tuvo que confrontar, también lo hizo.

¿Por qué se habla tanto de Lavagna, Massa o Urtubey como posibles candidatos a presidente por el peronismo federal y a Schiaretti ni se lo menciona?
Será porque no anda dando vueltas por los programas de televisión de Buenos Aires instalándose. Además, cuando estaba De la Sota con vida, el objetivo del peronismo de Córdoba era acompañarlo a José Manuel en su carrera presidencial. Y eso implicaba la continuidad de Juan (Schiaretti) como gobernador y por eso nunca pensó en la Nación.

“De Luis Juez aprendí todo lo que no se debe hacer. Él es todo política y nada de gestión. Y así no se resuelven los problemas de la gente”

Historias de barrio

El tono de seriedad y hasta preocupación con el que Campana venía hablando en la entrevista cambió notablemente cuando empezamos a charlar de barrio General Paz, ahí donde Pichi creció y comenzó a picar la pelota naranja.

¿Qué se te viene a la mente si te digo “barrio General Paz”?
(Hace un suspiro de nostalgia) Si habré pateado las calles de ese barrio… Eran otras épocas… Soy de las últimas generaciones que podíamos jugar en la calle y eso que vivía en la 24 de septiembre, media cuadra pasando Patria. Fue una infancia muy linda. Tenía la barra del frente y los de la vuelta… Los hermanos Guevara, Arturo Galerano y el periodista de básquet Gustavo Farías son amigos que recuerdo de aquellos años, pero éramos un montón.

¿Qué hacías de chico?
Me acuerdo cuando llovía de ir a pescar al río, a la altura del puente de 24 de septiembre… No estaba ni el Nudo Vial Mitre ni el Puente del Bicentenario… no había nada ahí (Risas). Sí recuerdo que arriba estaban los autitos chocadores en la plazoleta Constancio C Vigil… Nos metíamos en el río cuando estaba crecido y pescábamos mojarritas que las llevábamos a la pileta de mi casa, que ya no lo usábamos.

¿Cómo arranca tu historia con el básquet?
El tema era así: Con mis amigos nos juntábamos todo el tiempo en mi casa y para sacarnos de ahí nuestros padres decidieron hacernos socios de Redes Cordobesas para que hiciéramos algo. En verano íbamos a la pileta pero en invierno mi viejo seguía pagando el club y yo no iba. Tenía once años. Me dijo que me anotara en alguna actividad para justificar la cuota. Ahí empecé básquet… Y bueno, después no paré más (Risas).

¿Hasta qué edad viviste en tu casa de la 24 de septiembre?
Cuando terminé la secundaria en Las Pías me fui a jugar a Buenos Aires y volví esporádicamente al barrio.

¿De las Pías qué te acordás?
Fue una linda época. Me acuerdo que fueron muy accesibles conmigo porque jugaba en la selección de Córdoba y tenía que faltar muchísimo. El último año debo haber tenido 40 inasistencias, pero así y todo no me llevé ninguna materia ningún año.

¿Algún profe del que te acuerdes?
Y… con toda la cuestión del básquet, al profesor Lascano, que nos daba Historia y Educación Cívica, no le gustaba para nada eso de que yo falte tanto. No es que me hiciera la vida imposible pero yo no le cerraba mucho. A pesar de eso, muchos años después me contaron que a la gente que conocía le solía decir “Campana fue alumno mío” (Risas).

“Viví una infancia muy linda en
General Paz (… ) Soy de las últimas generaciones que pudo jugar en la calle de ese barrio y eso que vivía en la 24 de septiembre”

Recuerdos de gloria

Si pudieras revivir tres noches de tu carrera del básquet, ¿cuáles serían?
1- El primer título del Campeonato Argentino, que se jugó en Mendoza y San Juan. Era una selección de Córdoba que se armó con la base de Española (ex Redes) y Atenas. Fue en el 87. Hacía veinte años que no se ganaba ese torneo y salimos campeones. Volvíamos por la ruta acompañados por una caravana y cuando llegamos a Córdoba la cantidad de gente que salió a la calle fue impresionante.

2- Ese mismo año salimos campeones con Atenas ganándole la final a Ferro. Era el primer título de Atenas en la Liga Nacional.

3- El Open Mc Donnalds. Fue un torneo internacional donde jugaba el campeón de Sudamérica, contra los campeones de Europa y la NBA. Fue en el 97. No salimos campeones pero estuvimos muy cerca de jugar la final con los Chicago Bulls de Michael Jordan. Lo que costaba en plata un jugador de esos equipos europeos (Benetton Treviso de Italia, Paris Saint Germain de Francia) era el presupuesto de todo nuestro plantel. Y les ganamos.

Y agrego mis últimos títulos: el de la Liga 2003 y la Liga Sudamericana 2004, contra Uberlandia. Ahí tuve un enfrentamiento durísimo con el técnico de ellos, Helio Rubens. Pero fijate cómo se cierran las historias: Él vino a Córdoba hace poco acompañando al Franca, que jugó la final sudamericana con Instituto. Quince años después pude hablar con él y tuvimos una charla muy linda como si aquella noche no hubiera pasado nada.

La Generación Dorada

Dejame un párrafo sobre la Generación Dorada
La creación de la Liga Nacional (1986) fue el cambio más importante en la historia del básquet argentino. La generación dorada fue la ratificación de que ese cambio fue superador. El resultado fue una camada excepcional de jugadores que tuvieron la posibilidad de competir en Europa y eso los hizo crecer y después fueron figuras en sus equipos e incluso en la NBA. Así formaron un equipo con la selección argentina que marcó una época increíble y difícil de repetir.

¿Nunca se te pasó por la mente algo como “Si yo hubiera nacido unos años después también habría estado ahí”?
Uno puede pensarlo pero cada época tiene su momento. Yo me probé en 1991 en los New Jersey Nets y no quedé. La NBA ahí no estaba abierta a la llegada de jugadores internacionales como sí lo está ahora en los últimos años. Y dentro de la evolución del básquet argentino, me tocó ese momento. Si, al revés, hubiera nacido algunos años antes, no hubiera jugado la Liga Nacional.

Pick and Roll con el Pichi

Martín Llaryora: Es un gran dirigente político que va a ser un excelente intendente de Córdoba. Tengo fe que va a ganar.

Marcelo Milanesio: Más allá de lo que hemos compartido en el básquet, un gran amigo de la vida. Lo veo casi todas las semanas, nos juntamos a comer seguido.

José Manuel De la Sota: Un gran dirigente político; una persona muy inteligente.

Oberto: Esfuerzo, sacrificio, pasión por el basquetbol. Logró su objetivo de su vida, que era jugar en la NBA y aparte fue campeón. Lo veo, pero él viaja mucho. Lo veo más en la tele (Risas).

Ramón Mestre: No lo conozco en profundidad. Creo que su gestión no es buena, todo lo contrario. Desaprovechó una oportunidad importante para hacer cosas bien.

Emanuel Ginóbili: Fuera de serie; el mejor deportista de la historia argentina. Dentro y fuera de la cancha.

Luis Juez: Decepción. Con él aprendí todo lo que no se debe hacer.

Rubén Magnano: El mejor director técnico que tuve en mi carrera. Un gran estratega, un gran entrenador.

Felipe Lábaque (Viceintendente UCR y presidente de Atenas cuando Pichi era jugador): No hay vereda del frente cuando se trata de amigos. Hemos hablado mucho cuando él estaba analizando entrar en política y me preguntaba cómo era la mano por mi experiencia como vicegobernador.

Schiaretti: Un dirigente muy lógico. Muy recto y exigente. Sabe mucho de política y de economía. Le sobran méritos para ser candidato a presidente, si alguna vez se lo planteara.

Cristina Fernández de Kichner: (Hace un silencio)…. Una mujer con mucha personalidad. – ¿Es la próxima presidenta? – No lo sé. No sabemos si va a ser candidata todavía.

Mauricio Macri: (Hace un silencio aún más largo)…. No sé si realmente se da cuenta de todo lo que está viviendo el pueblo argentino. Habla con un optimismo tan desmedido que parece que no viera la realidad.

(Algunos) números de Héctor Oscar

Máximo goleador de la historia de la Liga Nacional de Básquet: 17359 puntos
7 títulos de Liga Nacional (seis con Atenas, uno con GEPU)
3 títulos de Liga Sudamericana
Campeón Panamericano (1996)
Mejor jugador de las temporadas 89, 90, 90/91 y 98/99
Olimpia de Plata en 1988, 1991 y 1998.
Premio Konex en 1990 y 2000.