El músico bonaerense, vecino de nuestro barrio desde hace varios años, llevó adelante a todo pulmón la realización integral de un filme sobre Patricio Barrera, un ícono de la historia profunda del norte provincial.
Una historia para contar
“Era un tipo de pueblo, picapedrero, muy querido por toda la gente (…) Me atrapó mucho su vida y su obra…”, cuenta Fernando Morales sobre Patricio Barrera, conocido como “Pachi”, un mito viviente del norte cordobés de las décadas del 60 y 70. Había sido amigo del mismo Atahualpa Yupanqui.
“Yo había escuchado anécdotas sobre lo que hacía así que me interesé y fui a Cerro Colorado a investigar más sobre él”, agrega el director de la peli. Fernando subraya que Pachi era una persona de “monte, piedra y campo… Y eso lo traducía a su música”.
Curiosamente, Barrera no tenía nada publicado. “Tenía música grabada de forma casera, en casettes, muy criollo y sencillo, pero con una profundidad impresionante”, dice Morales.
“Esto es para hacer algo”, pensó Fernando al conocer una historia de vida tan pintoresca. “Primero era un documento para mí y luego se convirtió en algo más grande. Se empezaron a sumar otros músicos de folclore. La familia de Barrera me cedió más de cien fotos”, explica Morales al recordar cómo la iniciativa fue creciendo a medida que descubría más aspectos de la biografía de Pachi.
“Escribí un guión… yo no soy cineasta pero me puse a estudiar”, comenta nuestro vecino. La idea es también publicar el libro sobre las historias y obra de Barrera.
Apoyo estatal, cero
“No tuve ningún apoyo de organismos. Toqué todas las puertas. Fui a la Agencia Córdoba Cultura (Provincia) y en Nación he llamado a todos de Teresa Parodi (exministra de Cultura) para abajo. Y nada. El costo de la película rondaba los 150 mil pesos. Una de las principales ayudas fue la del jefe comunal de Cerro Colorado, Ariel Bustos”, señala.
Fui al Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) con una carta del Gobierno de Córdoba y como la Nación estaba enfrentada políticamente con la Provincia, no me dieron ni tronco de bola”, explica el músico.
“Es una vergüenza tener que andar mendigando apoyo cuando estás haciendo algo por la cultura de Córdoba y el país”, dice Fernando sin esconder su malestar por la situación. “Los que laburamos por el arte, lo hacemos remándola y por ahí sentís que a nadie le importa (…) Después cuando ven los trabajos terminados, te dicen que está muy bueno lo que hiciste. ¡Pero yo les pedí el apoyo antes porque sabía que iba a estar bueno!” (…) Te decepciona”, admite el folclorista de Pergamino.
Punta y Hacha, la productora audiovisual hizo su aporte. “Loco, si aparece guita, cobramos y si no, lo hacemos con mucho amor”, le dijeron por su lado los realizadores del sitio web.
Sobre Fernando
Él es de Pergamino. Tiene 35 años y muchas rutas recorridas con su guitarra.
“Estaba en un punto de mi carrera musical que me obligaba a irme a capital, a Rosario o a Córdoba. Pero yo soy un bicho de campo, piedra, río y paisaje… Además, mi viejo fue campeón de la doma en Jesús María… Yo en 2004 fue finalista del Pre Cosquín… He venido mucho a Córdoba a tocar y mis vacaciones desde chico han sido acá”.
“Me vine con una mochila y la guitarra y mi primer trabajo acá fue en Qumelén – Hoy Espacio Elefante – Mis inicios fueron muy de abajo, sin plata ni amigos. Pero después empecé a poner la pata en la tierra y acá estamos”, relata el folclorista.
“Al poco tiempo que llegué fue el ciclo “Los lunes de La Voz”. El diario me convocó para tocar ahí y eso tuvo prensa. Yo hacía años que tocaba en Buenos Aires pero acá en Córdoba no me conocía nadie y eso me dio un impulso”, cuenta Fernando.
A partir de ahí, Fernando se hizo un nombre en el ámbito del folclore local y su música suena bastante en el ambiente, con muchas presentaciones sobre todo en el interior cordobés.
Su relación con el barrio no es solo por ser vecino de la zona sino por haber sido director del centro artístico Qumelén, en la calle Pringles. Hoy continúa como profesor de guitarra en el mismo lugar, que ahora se denomina Espacio Elefante.
El folclore, hoy
Le consultamos a Morales acerca de la tendencia de un sector del folclore de ir hacia lo melódico, como se advierte en los casos de Abel Pintos, Jorge Rojas, Luciano Pereyra y otros músicos.
“Una cosa es cuando vos lo hacés estratégicamente para llegar a un público que no tenías. Pero también pueden ser búsquedas, simplemente por hacer algo distinto (…) Hay que ver si Abel Pintos realmente buscó lo que le servía para ganar plata o si es feliz con su nuevo estilo. Pero el punto de partida, siempre es el folclore”, opina Fernando. “Yo no me veo tocando boleros o blues porque no lo siento”, reflexiona el músico bonaerense.
Sobre las preferencias musicales de los jóvenes de hoy, a quienes conoce directamente por su rol de educador, Fernando asegura que el folclore queda atrás por desconocimiento.
“No podés querer lo que no conocés. A veces les digo a los chicos que toquemos una zamba y de antemano no les gusta, pero porque no saben de qué se trata”, explica Morales, quien es docente particular, en espacios artísticos y en escuela pública.
De cualquier manera, el folclore está más vivo que nunca y eso se refleja en la vigencia de sus artistas y, en este caso particular, en la expectativa que ha generado “Pachi, la leyenda, la historia”. La peli fue declarada de interés cultural por la Agencia Córdoba Cultura.
Fue un trabajo a todo pulmón que se plasmó en un relato muy propio de nuestra música y nuestra historia más cercana. La cinta se presenta el 3 y 4 de abril en el Centro Cultural Córdoba. Av. Poeta Lugones 401.
