Por qué conviene que un alquiler esté administrado por una inmobiliaria

Por: Donato Latella Frías
Titular de Latella Frías Bienes Raices

En algunos casos, el propietario de un inmueble decide llevar adelante por su cuenta la administración del alquiler de esa vivienda. El inquilino, por su parte, podría argumentar que el trato directo con el dueño le ahorraría la comisión inmobiliaria.  

Esa decisión puede ser para ambas partes la firma para asegurarse una serie interminable de disgustos, dolores de cabeza y, a la larga, problemas y gastos mayores.  

Por más buena fe que tengan dueño e inquilino, en un periodo de alquiler hay decenas de situaciones puntuales que sin un arbitraje imparcial serían de muy difícil resolución.  

Ante un diferendo, la inmobiliaria marca la cancha: Si surge un problema por el deterioro propio del departamento, el arreglo corre por cuenta por parte del propietario. Si la rotura de algún artefacto es por el mal uso o accidente doméstico (una mascota rompe el calefactor, por ejemplo), le corresponde al inquilino.  

Sin embargo, hay muchos casos en los que no es fácil determinar la responsabilidad sin la mediación de un agente inmobiliario que regule con claridad las obligaciones y derechos de las partes. Así, los conflictos podrían derivar en la intervención de abogados, y allí el gasto para ambos ya se va por las nubes.

Por eso te explico las cinco razones por las que conviene que la administración de una propiedad en alquiler esté a cargo de una inmobiliaria:  

  1. El conocimiento sobre las leyes y ordenanzas que regulan los alquileres. El administrador inmobiliario tiene la formación para elaborar de forma correcta los contratos de manera de garantizar la transparencia, el orden y la justicia para ambas partes. Los dueños que quieren manejarse de forma “casera” y hacerlo por su cuenta, suelen cometer graves errores y omisiones que dejan abierta la puerta para conflictos o abusos.  
  2. Verificación de garantías. La inmobiliaria tiene la  posibilidad de verificar ante los organismos correspondientes si el inquilino presenta como garantía  recibos truchos, propiedades embargadas o documentación apócrifa. Un particular no tiene el acceso o los caminos para corroborar esas faltas.  
  3. Cobrar los alquileres. La incómoda situación de perseguir o ser perseguido para cobrar el alquiler no se produce si hay una inmobiliaria de por medio. Cuando los inquilinos tienen relación con el propietario, la obligación puede flexibilizarse y así se producen atrasos en los pagos y no se respetan los plazos o intereses.   
  4. Sistema de pago asegurado. Nuestra inmobiliaria en particular cubre el alquiler si el inquilino se atrasa en el pago. Con ese sistema, el propietario se asegura todos los meses de que la renta de su propiedad estará acreditada en la fecha pautada en el contrato porque lo paga la inmobiliaria, que luego lo recupera del inquilino.
  5. Recepción en condiciones. Nuestra inmobiliaria se hace absolutamente responsable de recibir el inmueble en condiciones cuando finaliza el contrato.  

Para el inquilino, la presencia de la inmobiliaria también asegura que no se le cobrará algo que ya estaba roto de antes. En efecto, nosotros le pedimos al ocupante que antes de ingresar a la unidad haga un relevamiento completo del estado general y deje asentado lo que haya encontrado roto o defectuoso.  

Nuestra firma administra una gran cantidad de alquileres, justamente porque las reglas claras y la mediación de una inmobiliaria con seriedad, trayectoria y respaldo brindan la confianza para que propietario e inquilino duerman tranquilos.  

24 de Septiembre 1310
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